lunes, 18 de abril de 2011

Derribado un arco en Calcena

Recientemente ha sido derribado el arco que aparece en la imagen, situado en la localidad de Calcena, una población que, entre sus muchos alicientes, cuenta con una bella iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de los Reyes. Edificada en el siglo XVI, es un espléndido ejemplo de las llamadas iglesias de “planta de salón” que cuenta con un excepcional conjunto de obras de arte. Una de ellas es el retablo de San Juan Bautista que, estos días, puede admirarse en el palacio de Sástago de Zaragoza, tras su restauración.

Junto a monumentos de esa categoría (Bien de Interés Cultural), felizmente rehabilitados, pudiera parecer que la pérdida de este arco no reviste importancia. Sin embargo, la conservación del Patrimonio no puede circunscribirse a edificios singulares. Su entorno requiere, asimismo, especial atención. En el caso de Calcena, la despoblación a la que se ha visto sometido el municipio que de los 867 habitantes censados en 1940 pasó a  68 en 2010, ha afectado de manera evidente a la estructura de su caserío, un conjunto que, a su interés, unía la belleza de su emplazamiento en esa zona que es conocida, ahora, como la “cara oculta del Moncayo”.

Aragón está asistiendo, desde hace tiempo, a un deterioro progresivo de su arquitectura popular sin que seamos capaces de frenar está pérdida de elementos singulares de nuestra identidad cultural. De ahí que debamos alzar nuestra voz en casos como el presente, cuando un nuevo derribo viene a sumarse a la constante serie de agresiones a las que estamos asistiendo en el patrimonio de nuestra zona, ante la impasibilidad de quienes tienen conferida la responsabilidad de protegerlo o, como en este caso, por iniciativa de las propias autoridades. Ante las justificaciones esgrimidas para legitimar estas actuaciones (peligros, riesgos, supuestas mejoras, necesidad de nuevos equipamientos etc.), estamos convencidos de que, por encima de todo, debe primar la protección, consolidando lo existente, cuando no sea posible, por el momento, proceder a su rehabilitación.

Estado tras el derribo del arco (Foto APUDEPA)

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