martes, 16 de agosto de 2011

Fiesta mayor de la antigua colegiata


            Como es tradicional, a las doce del mediodía del domingo, las campanas de la antigua colegiata de Santa María sonaron al unísono en bandeo general, anunciando que al día siguiente, 15 de agosto, se celebraba la festividad de la Asunción de la Virgen, porque el templo principal de nuestra ciudad, del que las restantes parroquias fueron vicarías durante siglos, está dedicado a esta advocación mariana.
            Es probable que la imagen titular, en época medieval, fuera la que hoy se venera en el Santuario de Misericordia, una virgen sedente, al igual que la titular del retablo gótico pintado en el siglo XV y que hoy puede verse en el Museo de la Colegiata.

Imagen de los hermanos Messa
            Pero, cuando en el siglo XVII, los hermanos Messa construyeron el actual retablo, la imagen que en él se instaló se acercaba mucho más a las características de las representaciones asuncionistas. No obstante, en el siglo XVIII se quiso reforzar este matiz con una nueva imagen encargada a Santiago Marsili, en la que la Virgen se muestra ya ascendiendo al cielo, sobre una nube, entre ángeles. Es la que, ahora, puede admirarse en el retablo, mientras que la de los Messa se conserva en la sacristía del templo.
           
Imagen de Santiago Marsili en el retablo mayor de la colegiata
            Por otra parte, en el convento de Santa Clara se celebró la tradicional fiesta de la familia San Gil, en torno a una imagen de la “Dormición de la Virgen” o “Virgen de la cama”, de la que se conserva otra, de mayor tamaño, en el palacio que dicha familia posee en la calle Mayor.

La "Virgen de la cama" en el convento de Santa Clara
            Antes hemos hecho referencia al bandeo de las campanas que es posible llevar a cabo tras la reciente restauración de todo el conjunto de las mismas, efectuada por la empresa Quintana, a iniciativa del párroco D. Florencio Garcés que, sin ningún tipo de ayuda, se hizo cargo de los gastos derivados de la colocación de nuevos yugos y del sistema informático que permite reproducir todos los toques antiguos. Un gesto que le honra y que constituye un paso más hacia la recuperación del patrimonio cultural de la parroquia. Después de muchos años sin poder escuchar a las campanas, sería deseable que sus toques se prolongaran un poco más en fechas tan memorables como la señalada

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