A lo largo del día de ayer, fiesta de San Bartolomé, se sucedieron en nuestras calles los actos tradicionales que organiza la cofradía en honor de su Patrón.
Por la mañana, los Gigantes y Cabezudos, acompañados por los danzantes, partieron de las puertas de la Casa Consistorial a los acordes de la Banda de la Agrupación Musical Borjana hasta el domicilio del mayordomo de este año.
Luego, tuvo lugar el tradicional Baile del Roscón, hasta la hora de la Solemne Fiesta celebrada en la antigua parroquia de San Bartolomé.
A continuación, la plaza del Olmo, completamente llena de un público expectante, fue el escenario en el que se representó el “dance” y el “paloteao” que finalizó con el trenzado de cintas.
Ya por la tarde, la imagen del Santo, a la que hacíamos referencia en nuestra entrada anterior, recorrió las calles de la ciudad, con los danzantes, que, en esta ocasión, portaban espadas y broqueles, en lugar de los palos que empuñaron durante la mañana.
Hoy día 25, se celebra la Romería al Santuario de Misericordia, donde vuelve a representarse el dance y los numerosos asistentes dan buena cuenta de las comidas que cada familia prepara, a la sombra de los árboles.
Lo que muchos ignoran es que el origen de esta romería fue una fiesta creada por el ilustre catedrático D. Ramón Manuel Garriga y Nogués que llegó a ser rector de la Universidad de Barcelona. Él fue quien, en 1886, decidió celebrar una procesión desde el Santuario al Calvario el 24 de agosto de ese año. La iniciativa tuvo éxito pero, por coincidir con la fiesta de San Bartolomé, los cofrades le pidieron trasladarla al día siguiente, ofreciendo participar con sus danzantes. Así se hizo y, desde 1887, se ha venido haciendo ininterrumpidamente el día 25 de agosto. Desde Borja subían a lomos de caballerías o en carros con todo lo necesario para disfrutar de un día en el campo.
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