sábado, 29 de septiembre de 2012

Un científico borjano olvidado



En anteriores artículos ya nos hemos referido a otros miembros de la familia Castro. Hoy queremos dedicar un recuerdo a uno de los más destacados científicos y políticos borjanos del pasado siglo: D. Honorato de Castro y Bonel.
            Nacido en nuestra ciudad, el 22 de diciembre de 1885, cursó los estudios de Bachillerato en Borja y, tras pasar un breve período en el seminario de Tarazona se licenció en Ciencias Exactas en la Universidad de Zaragoza en 1905. Tenía entonces 20 años y, poco después, obtuvo por oposición una plaza de astrónomo en el observatorio de Madrid, prestando también servicios en el Instituto Central Meteorológico.
            El 16 de febrero de 1911 se graduó como Doctor en la Universidad Central con una tesis sobre “Determinación de la suma de valores que toma un polinomio para un conjunto de valores de su letra ordenatriz”, un tema tras el que, como comenta su mejor biógrafo Aitor Anduaga, se escondía su preocupación por la viabilidad de las mutuas de previsión a las que, con notable intuición, consideraba abocadas a la bancarrota.
            En 1909, se había incorporado como docente a la Universidad, primero como auxiliar y, desde el 7 de marzo de 1920, fue catedrático por oposición de la asignatura de Cosmografía y Física del Globo. También desempeñó, por acumulación, las cátedras de Astronomía Esférica y Geodesia de la Facultad de Ciencias; la de Matemáticas especiales de la Facultad de Farmacia; y la de Estudios Superiores de Geografía Matemática de la sección de Ciencias Exactas. Esta brillante trayectoria académica culminó con su elección como Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el 28 de marzo de 1934, aunque no llegó a tomar posesión por haber tenido que exiliarse.





            Para entonces, la actividad política centraba ya su atención. En 1925 había participado en la fundación de Acción Republicana que, más tarde, se integró en Izquierda Republicana. Tras la proclamación de la II República fue elegido concejal del ayuntamiento de Madrid y, poco después, Diputado de las Cortes Constituyentes por Zaragoza. Con motivo de esas elecciones, participó en un mitin celebrado en Borja, el 27 de junio de 1931. El texto de su intervención fue editado y se conserva en nuestro Centro.






            Esta la imagen que aparece en el álbum conmemorativo de dichas Cortes, una cuidada publicación que también puede consultarse en el Centro de Estudios Borjanos. Durante esa etapa fue Director General de Estadística hasta el 29 de abril de 1933 y Presidente del Patronato del Museo Naval hasta la misma fecha.
            Al estallar la Guerra Civil fue nombrado Delegado de CAMPSA y, al término de la misma se exilió a Puerto Rico. Allí fue contratado por la US Navy para realizar un estudio de sus defensas costeras y de otros trabajos. Aitor Anduaga sugiere que la Marina norteamericana ignoraba su trayectoria política, algo impensable. Hay que tener en cuenta que Honorato de Castro, aunque republicano, no fue nunca una persona de ideología extremista.
            Durante su estancia en la isla fue profesor de la Universidad de San Juan y, recientemente, se ha señalado su actividad como profesor en la Universidad de Santo Domingo, en la misma época.
            En 1944 se trasladó a México, donde ejerció como Profesor de la Universidad de Nuevo León, trabajando en el Instituto de Investigaciones Científicas de dicho centro docente, hasta que fue contratado por la Compañía Nacional de Petróleos Mexicanos, para la realización de estudios geológicos, formando parte de los Departamentos de Geofísica y de Exploración de esa compañía a la que estuvo vinculado hasta su muerte en 1962.





            La producción científica de Honorato de Castro se refleja en los artículos publicados en España, antes de su exilio, y los aparecidos posteriormente. El Centro de Estudios Borjanos está intentando recopilar todos ellos, tarea complicada ya que aparecieron en revistas de difícil adquisición.





            Los españoles se publicaron en el Boletín de la Universidad de Madrid, cuyo primer número incluía un trabajo suyo y otro de Severino Aznar, destacado personaje relacionado con Calcena y Trasobares.





Aitor Anduaga ha catalogado 35 trabajos de los cuales, 26 fueron publicados fuera de España, 23 de los cuales aparecieron en la revista Ciencia, una de las grandes realizaciones del exilio español en México.





Pero, al margen de su labor como científico, se interesó también por los temas humanísticos. De hecho, su primer artículo en el Boletín de la Universidad de Madrid versaba sobre “Nuestros exploradores en América”. En ese mismo medio publicó también su trabajo sobre “Manejos de Fernando VII contra sus padres y contra Godoy” que no recoge Anduaga, aunque sí incluye otros que comparten este interés como uno dedicado a Miguel Servet y otro conmemorativo del I Centenario de la muerte de Alejando de Humboldt.
Hemos querido dedicar este artículo a un borjano ilustre que murió lejos de su tierra natal, donde apenas se le recuerda, a pesar de que, el 23 de mayo de 1936, se dio su nombre al nuevo Grupo Escolar cuyo primer proyecto, que no se llevó a cabo, había sido realizado gratuitamente por su hermano el arquitecto D. Emiliano de Castro. También llevó su nombre el Grupo Escolar de Bulbuente que, como el de Borja, habían sido construidos merced a su apoyo. Cuando incluimos su nombre en el Diccionario Biográfico, llamábamos la atención sobre el hecho singular de que Honorato de Castro es el único borjano que tenía el título de “Hijo Adoptivo de la ciudad de Tarazona”, que le fue concedido por que, durante su actuación como Diputado, presentó una proposición de Ley para que el Estado cediera al ayuntamiento turiasonense el edificio y el solar de la antigua fábrica de cerillas.

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