viernes, 26 de octubre de 2012

José de Casanova autor del primer tratado español de Caligrafía



            En el recorrido que estamos efectuando por distintos personajes destacados que fueron autores de obras escritas de indudable referencia, hoy haremos referencia a José de Casanova que tuvo a Magallón por cuna, siendo bautizado en su iglesia parroquial de San Lorenzo en torno a 1616.





            Aunque aún no hemos localizado el registro de su bautismo, la fecha puede deducirse ya que en este hermoso grabado se hace constar que tenía 33 años cuando fue realizado, el año 1649.





            José de Casanova que ejerció como Notario Apostólico en la capital de España, ha pasado a la historia por ser, probablemente, el primero y, sin ninguna duda uno de los más importantes calígrafos españoles. Creó una academia de este Arte junto a la puerta de Alcalá y para uso de sus alumnos publicó la Primera parte del Arte de escribir todas las formas de letras que dedicó a Felipe IV, entonces reinante. Fue impreso en Madrid, en 1650 y, en su portada, proclama su condición de “natural de la villa de Magallón, arzobispado de Zaragoza”. Asimismo, señala la ubicación de su escuela “junto a la puerta de Guadalaxara”.






            En sus 116 páginas incluye láminas con modelos de diferentes tipos de letras que fueron realizadas por él.





            También aparecen ejemplos prácticos para la realización de trabajos caligráficos como éste diseñado para los “privilegios de letra de Grifo que se escriven en latín en el Consejo Supremo de Aragón y en el de Italia”. Aunque tenía el propósito de continuar su trabajo, esta “primera parte” fue la única que llegó a editarse.
            De este ilustre magallonero dimos noticia en un artículo publicado en el Boletín Informativo del Centro de Estudios Borjanos 107-108, en 2005, firmado por Pedro Ferrer Córdoba. En él se hacía referencia a una exposición celebrada en la Biblioteca Nacional de Madrid, dos años antes, en la que se mostró uno de los ejemplares conservados de su obra.
            En aquellos momentos, nuestro Centro estuvo a punto de conseguir un ejemplar de este interesante libro. Ahora, hemos podido obtener una copia del mismo, gracias a la digitalización efectuada por Google, a partir del conservado en la Biblioteca de Catalunya.





            Como era habitual en la época, al comienzo del libro figuran varios poemas laudatorios del autor, el primero de los cuales, que reproducimos arriba, le fue dedicado por D. Pedro Calderón de la Barca.
            Sirva esta reseña para difundir en nuestra zona la importancia de este personaje destacado que llegó a ser “Examinador de Maestros de Caligrafía

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