martes, 19 de marzo de 2013

El Patrimonio Artístico de Novillas




            La historia de Novillas está ligada, inicialmente, a la de Mallén, ya que, tras la Reconquista, la Orden del Temple y la Orden del Hospital recibieron conjuntamente ambas localidades. Fue hacia 1149 cuando alcanzaron un acuerdo, en virtud del cual la Orden del Hospital se quedó con Mallén, mientras que la del Temple se hizo con la posesión plena de Novillas, que se convirtió en cabeza de una de sus encomiendas. La historia de la misma fue objeto de un importante trabajo de la Profª Dª Ana Isabel Lapeña, publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos III. Tras la extinción de esta orden en 1312, Novillas fue entregado a la Orden de San Juan de Jerusalén (hospitalarios) que la convirtió también en cabeza de una encomienda y la conservó en su poder hasta el siglo XIX. Sin embargo, hallazgos recientes han venido a resaltar su importancia durante la dominación musulmana que, hasta el momento había pasado desapercibido.




            Uno de esos testimonios a los que acabamos de hacer referencia es el hallazgo efectuado por El descubrimiento más reciente corresponde a los muros de un torreón de sillares almohadillados, encontrados por Manuel Giménez Aperte y Luis Zueco Giménez, en el interior de un almacén, y que por sus características, similares a los existentes en otros lugares del valle, parece corresponder a un torreón islámico que formaba parte de un recinto amurallado de dimensiones desproporcionadas para las características de la localidad.



            Tras la Reconquista, los templarios levantaron un castillo, del que se conservan restos importantes tras la casa conventual, en la parte que se abre al río Ebro, cuyo objetivo sería la protección del vado existente en ese lugar que, por otra parte, estaba situado en los confines del reino, junto a la frontera con Navarra.



            Pero la arquitectura militar está representada, también, en Novillas por uno de los escasos ejemplos de fuertes fusileros construidos en Aragón, durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1875), con la función de impedir el paso del río a las fuerzas carlistas que, procedentes de Navarra, amenazaba Aragón.
            Corresponde a Alfonso Zapater el mérito de haberlo dado a conocer, por vez primera, y de él se hizo eco, más tarde, Cristóbal Guitart, pero fue el artículo de María Fernanda Blasco, publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos, el primer trabajo especializado sobre el mismo y el que, en definitiva, contribuyó a su recuperación.



            Edificado con sillares de arenisca y sillarejos de piedra, es de planta cuadrangular y dispone en dos de sus ángulos de torres de planta semicircular. El perímetro del mismo es de unos 75 metros y dispone de una única puerta de acceso. A lo largo de sus muros se abren aspilleras para su defensa que estuvo encomendada a la Octava Compañía del Batallón de Zaragoza.



            Tras su abandono, fue destinado a usos agrícolas y ganaderos hasta que el ayuntamiento de Novillas acometió su rehabilitación, destinándolo a usos culturales.



               Sobre el lugar donde, en la actualidad se levanta la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Esperanza existió un antiguo templo románico, cuya existencia se conocía porque algunos de sus elementos fueron reaprovechados en la fábrica de la actual iglesia, pero fue durante los trabajos de realización del inventario del Patrimonio Artístico Religioso, en 2001, cuando se pudo dar a conocer los restos de un ábside semicircular existente en un almacén contiguo a la iglesia. Poco después, con motivo de las obras de pavimentación de la plaza, se encontró la planta de la primitiva parroquia que resultó ser un templo de tres naves, con otros tantos ábsides semicirculares en su cabecera, todo el de piedra y con decoración en molduras ajedrezadas.




            En el siglo XV este templo se encontraba en estado ruinoso, teniendo que celebrar en culto en una de sus naves que fue objeto de algunas reparaciones.
            Finalmente, en la segunda mitad del siglo XVIII, el comendador de la Orden de San Juan decidió levantar el actual templo, junto al anterior.




            Se trata de un edificio de estilo neoclásico, de planta cuadrada, dividida en tres naves de tres tramos cada una, con cuatro grandes pilares cruciformes con capitel corintio. Cada tramo se cubre con bóvedas de arista, salvo el central que lo hace con con una bóveda de forma octogonal con trompas aveneradas y, en cuya clave, se encuentra la cruz de ocho puntas de la orden. No tiene capillas, salvo la existente a los pies de la nave central que sobresale de la planta.




            El acceso se realiza por una portada en arco de medio punto entre pilastras toscanas y se remata con un campanil lateral. Toda la fábrica del templo es de mampuesto, con restos reaprovechados de la antigua iglesia románica.




            En la actualidad, el monumento está en proceso de rehabilitación y, durante las obras, se ha podido constatar que la mayor parte de su fábrica se realizó con los sillares del templo románico.



            Otro monumento destacado es la antigua casa conventual, la cual responde a las características tipológicas de otros edificios de esta zona.
            Su fachada principal, de ladrillo visto, consta de tres plantas que se resuelven mediante arcos carpaneles. La falta de espacio impidió que los mismos doblaran su número desde la planta baja a la superior como ocurre, por ejemplo, en la casa conventual de Ambel. Aquí son tres los arcos existentes en la planta baja, los mismos que en la planta noble, mientras que en la superior son seis. Por otra parte, tanto los de la planta inferior como los de la primera se encuentran enmarcados por pilastras toscanas que discurren en altura por toda la fachada hasta enlazar con la galería superior, separada por una línea de imposta volada. 



            La fachada posterior, más espectacular, se abre hacia el río con características similares a la principal. Este cuerpo central está enmarcado por otros dos perpendiculares, en el extremo de uno de los cuales se encuentran los restos del antiguo castillo.












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