lunes, 30 de junio de 2014

Abejar en la Atalaya


            Durante muchos meses, Pedro Domínguez Barrios ha recorrido el término municipal de Borja y los de otras localidades cercanas en busca de los restos de antiguos abejares. En el blog hemos publicado muchos de sus hallazgos y, ahora, le hemos encargado una recopilación de todos ellos para dar forma a una nueva publicación que será editada dentro de la colección dedicada a la Arquitectura Popular de nuestra zona.

            Mientras, nos ha remitido imágenes de otro abejar, situado en la partida de La Atalaya, al pie de la Muela Baja de Borja y próximo a la Estanca.




            Su singularidad radica en el acusado desarrollo rectangular de su planta, con una longitud total que es, aproximadamente, cinco veces su anchura. 




La planta está dividida en dos espacios: el abejar propiamente dicho con 40 colonias en 2 hileras, y una cadiera con sendos bancos a los lados de la chimenea, junto con un gracioso ventanuco sobre uno de ellos.



La puerta de acceso en la  fachada Sur, separa ambos espacios. Al espacio del abejar se abre perpendicular una preciosa bodega subterránea, con bóveda de medio cañón  picada en la arcilla.



Otro detalle que sólo hemos visto en este abejar, es el alero de tres hiladas de losas de caliza en vuelo creciente, a modo de los aleros de ladrillo.




            Al igual que mayoría de nuestros abejares se encuentra en ruinas, como puede apreciarse en estas imágenes. De todas formas, el hecho de que hayan sido identificados en torno a 100 abejares, viene a poner de manifiesto la importancia que alcanzó este tipo de explotaciones, aunque ello no significa que fuera una industria floreciente, pues como señala el refrán popular: “Si quieres ser pobre de solemnidad, siembra en el monte y ten abejar”. En cualquier caso, es preciso dejar constancia de la misma, antes de que sus últimos testimonios desaparezcan completamente.  

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