jueves, 6 de agosto de 2015

El reloj de sol de Santa María




            Frente al pórtico de la antigua colegiata de Santa María se levanta un edificio en el que todavía se conserva un reloj de sol, aunque su esfera está rota por la presencia de una pequeña ventana. Se trata de una obra de gran interés, no sólo por ser el único reloj de sol que se ha conservado en nuestra ciudad, sino por las características que tuvo en el pasado.





            Cuando ayer publicamos esta fotografía de un grupo de personas ataviadas con el traje regional y los gigantes, correspondiente a una escena de la primera versión de Nobleza Baturra, rodada en 1925, algunos lectores pudieron percatarse de que en el edificio al que antes hicimos referencia había dos relojes de sol.
            Efectivamente, ahí radica su singularidad, pues junto al señalado con la flecha roja, apenas perceptible, pero todavía completo pues no se había abierto la ventana, se encontraba el señalado con la flecha verde, en la otra fachada.



            Ello obedece a un razón, pues en el conservado en el que figura la fecha de su construcción “Año 1761”, únicamente se marcaban las horas hasta las tres de la tarde. En definitiva, como asimismo se indica las correspondientes a “Sol ortv”.



            En el desaparecido, cuya huella aún se advierte, se indicaban las horas de la tarde, las del ocaso. Hay que señalar que este edificio formaba parte del complejo denominado “La abadía”, un conjunto arquitectónico vinculado a Santa María cuyo núcleo está formado por uno de los más importantes edificios románicos de uso civil en Aragón.



            Aunque no son excesivamente frecuentes, se conservan de relojes de sol dobles. Así en una rápida búsqueda en Internet hemos encontrado varios ejemplos como el existente en Jávea.




            José Luis Gutiérrez que ha inventariado los relojes de Cantabria, nos ofrece en su página estos dos del municipio de Bareyo, ambos realizados en piedra.



            En Aragón, Faustino Calderón fotografió el que se encuentra en la casa parroquial del despoblado de Mas del Labrador (Teruel).



            Y en Francia hemos encontrado este bonito ejemplo de la localidad de Saint Alban d’Hurtières, en el departamento de Saboya. Sin duda habrá más, lo cual no resta protagonismo al que existió en Borja, el cual constituye un ejemplo del escaso interés que en nuestra tierra se presta al Patrimonio Cultural.

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