martes, 1 de septiembre de 2015

El falso torero de Tabuenca


            En el programa de fiestas de Tabuenca se inserta un artículo dedicado a Manuel Fernández López Pocapena, “bravío matador de toros de bastante crédito y fama, desde luego uno de los principales de nuestra región, nacido en Tabuenca, provincia de Zaragoza, el 31 de mayo de 1839 y muerto en la plaza de toros de Baeza en 1889”.

            Toda la reseña biográfica está tomada del blog del escritor Antonio Cardiel que lleva por título “Aragoneses ilusorios” (http://www.antoniocardiel.com/?page_id=4326) y en el que, como su mismo nombre indica, se trata de perfiles imaginarios creados a partir de fotografías de otros personajes reales. Sin duda, la persona que descubrió en ese blog la figura de este supuesto matador nacido en Tabuenca, quedó fascinado por esta circunstancia y decidió darlo a conocer en el programa.



            Pero, para desilusión de los habitantes de Tabuenca no existió nunca un matador de ese nombre nacido en dicha localidad. La fotografía corresponde a Manuel Fuentes Rodríguez Bocanegra que había nacido en Córdoba el 21 de marzo de 1837. Efectivamente, comenzó su carrera en una cuadrilla de niños (que Cardiel ha convertido en “mañicos”) y fue banderillero de José Dámaso Rodríguez Pepete que era cordobés como Bocanegra



José Rodríguez, Pepete

En la biografía de Cardiel, reproducida en el programa que estamos comentando se afirma que “fue banderillero en las cuadrillas de su paisano José Rodrígue, Pepete, y del cordobés Manuel Domínguez, Dominguito. Todos eran paisano, pero de Córdoba, ya que en caso contrario tendríamos a otro matador tabuenquino: Pepete. Pero este último era natural del barrio de la Merced en Córdoba y fue un torero importante que tuvo un final trágico, como Bocanegra, al sufrir una cogida en la plaza de toros de Madrid, el 20 de abril de 1862, cuando salió a auxiliar a un picador derribado. 


Manuel Rodríguez Desperdicios

Bocanegra tomó la alternativa el 31 de agosto de 1862, en el Puerto de Santa María, de manos de Manuel Domínguez Desperdicios,  actuando como testigo Jacinto Machío. Desperdicios había nacido en Gelves (Sevilla) en 1816 y era un torero de raza que se hizo famoso por su increíble valor. De hecho, hay autores que afirman que su apodo tuvo su origen en una cornada sufrido en El Puerto de Santa María done el pitón de la res entró por su ojo derecho. Sin vacilar, se arrancó los restos que quedaban, tirándolos al suelo mientras gritaba “Fuera desperdicios”. Probablemente, esta truculenta historia no es real, pero su audacia casi temeraria le convirtió en una leyenda, a pesar de lo cual sobrevivió a su carrera, falleciendo en Sevilla cuando ya había cumplido los 70 años. 


Manuel Fuentes Rodríguez Bocanegra

            No le sucedió lo mismo a Bocanegra que, aunque dotado de gran valor, carecía de recursos y habilidad, por lo que sufrió varias cogidas graves. Además, comenzó a perder la vista, como consecuencia de la sífilis y en la última corrida que toreó en Madrid, el 16 de junio de 1869, apenas veía. Por este motivo, estuvo apartado de los ruedos durante varios años, aunque retornó más tarde con las facultades muy mermadas ya que su situación económica era muy mala.
            A pesar de ello, el 16 de junio de 1889, intervino en la corrida de la Beneficencia de Madrid,  y, cuatro días después, se desplazó a Baeza para ver una novillada en la que tomaban parte principiantes por los que estaba interesado. Lamentablemente, el cuarto novillo, llamado Hormigón, salió con fuerza sin que pudieran hacerle doblar y derribando varios caballos. Al comprobar el caos que reinaba en el ruedo, Bocanegra pidió permiso a la Presidencia para intervenir y, tras ser autorizado, se acercó al novillo que hizo por él y le alcanzó antes de que pudiera refugiarse en el burladero. Murió el 21 de junio de 1889, como consecuencia de las gravísimas lesiones sufridas el día anterior.
            Esta es la biografía auténtica de un valiente torero cordobés. Lo que aparece en e programa es un divertimento del autor, con pasajes tan increíbles como el de ese toro Congruente tras entrar a matar “más de cuarenta veces”, comenzó a darle puñetazos, para ver su caía, hasta que intervino la Benemérita.



            En descargo, de quienes creyeron la falsa historia del torero de Tabuenca, debemos reconocer que también nosotros fuimos “cautivados” por otra biografía no menos sorprendente, la de un sacerdote caldeo que desempeñó su ministerio en Calcena, a mediados del siglo XIX. La dimos a conocer en este blog y no hemos podido corregirla, como en este caso, pues no hemos logrado conocer la verdadera historia de ese barbudo “sacerdote caldeo”.
             Para quienes deseen conocer más datos de Manuel Fuentes Rodríguez Bocanegra, insertamos aquí dos enlaces de los que procede, en buena medida, la información facilitada:

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