sábado, 19 de diciembre de 2015

Un calígrafo de Magallón en la Biblioteca Nacional


            Una ilustre colaboradora de nuestro Centro, durante muchos años, ha tenido la amabilidad de remitirnos el catálogo de la exposición que con el título “Caligrafía española. El arte de escribir”, puede ser visitada en la Biblioteca Nacional hasta el 10 de enero de 2016.


     

           En dicho catálogo se hace referencia a la figura de José de Casanova, nacido en Magallón, hacia 1617, en el seno de una familia de infanzones radicada en esa localidad, que había probado su nobleza y cuyas armas eran una banda de plata con tres estrellas.



            Notario Apostólico y destacado profesor de Caligrafía en Madrid, publicó en 1650 su Primera parte del Arte de escrivir todas formas de letras, dedicado a Felipe IV, con varios poemas laudatorios al principio, entre ellos uno del propio Lope de Vega. No es la primera vez que este libro se expone en la Biblioteca Nacional, pues ya figuró en la exposición sobre “El legado de Manuel Rico y Sinobas (1819-1898) y su colección de encuadernaciones”, celebrada entre el 6 de noviembre de 2003 y el 7 de enero de 2004.




            En esa ocasión, el catálogo reproduce varias páginas de su obra, impresa por Diego Díaz de la Carrera. Por su parte, Ana Martínez Pereira señala, en un excelente estudio introductorio que es “uno de los más bellos y completos manuales del siglo XVII”.
            De Casanova nos hemos ocupado en otras ocasiones. Lo hicimos en el nº 107-108 (2005) de nuestro Boletín Informativo, haciendo referencia a la exposición antes citada. Lo incluimos en nuestro Diccionario Biográfico y, el 26 de octubre de 2012, insertamos en este blog un artículo en el que, con indudable entusiasmo, nos referíamos a su libro calificándolo como “el primer tratado español de Caligrafía”. No es cierto pues, como se afirma en el catálogo que estamos comentando, ese mérito corresponde al Arte subtilíssima, por la qual se enseña a escrivir pefectamente de Juan de Icíar, impreso por Esteban de Nájera en Zaragoza, en 1553. Curiosamente, por esa misma época, Jaime Guiral de  Valenzuela, natural de Daroca, compuso un Arte de escribir, que no llegó a editar, pero cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional (MSS/9923).



            La obra del ilustre magallonero tiene 116 páginas, con 55 láminas realizadas por él. En la que aparece reproducida arriba hace alusión a su residencia en Madrid, donde enseña su arte “a la puerta de Guadalajara”.  Con Felipe Zabala fue el fundador de la Hermandad de San Casiano, una organización gremial encargada de examinar a los maestros, siendo como se señala en el catálogo el germen del que surgieron las Escuelas Normales de toda España.

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