viernes, 5 de febrero de 2016

Un doctor de Ainzón por París


            La catalogación de la biblioteca de un importante palacio borjano nos ha deparado algunas sorpresas. La principal está constituida por la importancia de sus fondos a la que hay que sumar algunas publicaciones (no muchas) relacionadas con Borja y su entorno.
            Entre ellas se encuentra la que reproducimos, relacionada con la defensa en la Facultad de Derecho de París de su tesis doctoral, por parte de José de los Ancos, natural de Ainzón.
            Se trata de un sencillo folleto de 14 páginas que corresponde a la convocatoria del acto público que tuvo lugar, en la citada Facultad, a las nueve horas del día 10 de agosto de 1838.
            La tesis versaba sobre el derecho de servidumbre en determinadas propiedades y las tres primeras páginas recogen, en latín, lo que el Derecho Romano establecía en relación con esta cuestión. En las siguientes, ya en francés, se define a la servidumbre como una carga impuesta sobre un determinado patrimonio para el uso y utilización por parte de otro propietario, analizando los diferentes tipos que pueden presentarse en la casuística. Al final se incluyen las cuestiones que le fueron planteadas al doctorando y una escueta síntesis de su respuesta. 




            El interés del documento radica en el hecho de darnos a conocer la figura de José de los Ancos, el cual proclamaba con orgullo el nombre de Ainzón, su lugar de nacimiento, localidad en la que la familia Los Ancos era una de las más destacadas de la villa, donde habían probado su infanzonía.
            Aunque no tenemos datos específicos de su biografía, creemos que era hijo D. Francisco de los Ancos y Muñoz, abogado de profesión y residente habitual en Ainzón, donde la familia incrementó su patrimonio a raíz de la Desamortización. Había sido colegial del Real Seminario de Nobles de Vergara y en 1836 fue elegido Diputado por la circunscripción de Zaragoza y, en 1840, fue Senador por la misma circunscripción, siendo reelegido al año siguiente, continuando una dilatada carrera politica.
            Es lógico suponer que José siguiera la profesión del padre, graduándose como doctor en la prestigiosa Facultad de Derecho de París. Como muestra de lo que eso representaba, basta señalar la personalidad de los profesores que integraban el tribunal ante el que defendió su tesis.



            El Presidente fue Jacques Berriat-Saint Prix (1769-1845), nacido en Grenoble dentro de una familia de magistrados. Estudió Derecho, Medicina y Ciencias Naturales. Al estallar la Revolución, militó en sus filas, llegando a ocupar un puesto destacado en la Guardia Nacional de l’Isère. En 1805, fue nombrado Profesor de Procedimientos Civiles y legislación criminal en su ciudad natal, haciéndose cargo de la misma cátedra en la Facultad de París, desde 1819 hasta su fallecimiento.
            Ferviente partidario de Napoleón, fue autor prolífico y miembro de diferentes sociedades, destacando además por su relación con Champollion, el hombre que descifró la escritura jeroglífica egipcia, del que era cuñado. No es de extrañar por lo tanto que también se interesara por el mundo de las antigüedades.
            Entre los miembros del tribunal se encontraba Hyacinte Blondeau (1784-1854), otro ilustre jurista, nacido en Namur (Bélgica), aunque cursó la licenciatura en la Facultad de París a la que se vinculó como profesor de Derecho Romano, a partir de 1819 y de la que fue Decano, en 1830. Curiosamente, no obtuvo la nacionalidad francesa hasta 1838, poco antes de juzgar la tesis de José de los Ancos. Junto con su actividad docente, mostró especial interés por la Frenología, que entonces iniciaba su andadura, participando en la fundación de la Sociedad Frenológica de París en 1831. Como el anterior, fue miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
            Antoine-Marie Demante (1789-1856) fue el segundo de los vocales del tribunal. Hijo del Presidente del tribunal civil de Louviers, cursó los estudios de Derecho en París, de cuya Facultad fue nombrado, en 1821, profesor titular del Código Civil. Además de ser uno de los catedráticos más reputados de París, también fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente en 1848, por la Seine, siendo reelegido al año siguiente para la nueva Asamblea Legislativa. 



            Finalmente, el tercer miembro era otro destacado hombre de Leyes y político francés, Pierre Bravard-Veyrières (1804-1861) que desempeñaba la cátedra de Derecho Comercial. Ejerció también como abogado y, en 1848, fue elegido miembro de la Asamblea Legislativa por la circunscripción de Puy-de-Dôme.
            Ante este distinguido elenco de profesores defendió su tesis este joven, natural de Ainzón, al que hemos recordado hoy, así como a los miembros de aquel tribunal.

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