sábado, 23 de abril de 2016

Libros impresos en Borja



            Hoy celebramos también el Día del Libro y, por este motivo, hemos querido recordar algunas obras impresas en Borja, donde desde hace tiempo existe un importante taller tipográfico en el que, junto a los trabajos habituales que, en gran medida, han marcado el devenir cotidiano de la ciudad desde el siglo XIX,  se editaron también algunas obras que, en la actualidad, son auténticas rarezas bibliográficas.




            El impulsor de las mismas fue Javier de Pedro y una de ellas fue la esta edición de Viajero interior, de Manuel Pinillos, con grabados del propio Javier de Pedro. Realizada en 1980, lleva el sello de “La Bóveda” que, en aquellos momentos, era la sede de una interesante iniciativa cultural, con taller de cerámica, exposiciones y taller de grabado.




            Otras de las obras de aquellos años fue El fotógrafo volador, en este caso con grabados de Borja de Pedro. De ella, pudimos conseguir posteriormente un ejemplar que se conserva en la biblioteca del Centro de Estudios Borjanos y, recientemente, ha aparecido algún otro en Internet.





            También disponemos de un ejemplar de la obra de Simeón Martín Rubio, El aire de un momento, editada en 1982. En la mención de responsabilidad se indica que, de la misma, se tiraron 120 ejemplares numerados, impresos por “Fernando Sancho e hijo con planchas originales grabadas al buril por Javier de Pedro, sobre papel Fabriano, con maquetación y montaje realizado en el Taller de Poesía Bóveda”. 



            La imprenta Sancho, donde fueron publicadas las obras que acabamos de comentar es heredera del establecimiento tipográfico de Victorino Zaro Guillomía, un excelente tipógrafo que había aprendido su oficio en los talleres de Mariano Casañal de Zaragoza. En torno a 1900 se estableció en Borja, donde poco antes había cerrado la imprenta que regentaba D. Tomás Mendiri, fundada a mediados del siglo XIX.
            Victorino Zaro fue quien trajo a Borja el primer motor eléctrico industrial, para mover la máquina “Minerva” alemana que había instalado en su imprenta. La puesta en marcha de aquel “revolucionario” sistema fue todo un acontecimiento y se llegaron a apagar las luces de la ciudad, como precaución, antes de arrancar el pequeño motor.
            Falleció en 1937 y se hizo cargo de la imprenta su sobrino D. Fernando Sancho Guillomía, continuando la tradición familiar su hijo D. Fernando Sancho Casanova y, en la actualidad, sus nietos D. Fernando y Dª Josefa Sancho Yoldi. 




            Aunque fue impresa en Añón, no queremos dejar de citar otra interesante obra, las Serranillas del marqués de Santillana que con grabados de Glauco Capozzoli editó Borja de Pedro, al que también prestó a apoyo Fernando Sancho. Es un hermoso libro que reviste especial interés para nosotros ya que, tanto Borja de Pedro como Glauco Capozzoli son dos personas vinculadas con nuestra ciudad donde, por otra parte, reposan las cenizas de Gluaco que residió aquí muchos años, dejando testimonio de su excelente quehacer artístico y donde creó el Taller de Grabado “Valeriano Bécquer”.
            Aunque la calidad de las reproducciones que aquí no son excesivamente buenas, debido a los problemas que estamos teniendo con nuestro escáner, hemos querido dedicar un cariñoso recuerdo a todos ellos, en una fecha tan especial como la del Día del Libro.

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