jueves, 4 de agosto de 2016

Obras en la colegiata de Santa María


            A muchas personas les ha sorprendido la presencia de unos andamios en la parte posterior de la antigua colegiata de Santa María. En concreto, en la parte que corresponde al trasagrario. Es un espacio poco conocido, situado detrás del retablo mayor, que fue edificado a finales del siglo XVII. Allí se reservaba el Santísimo Sacramento, disponiendo de un óculo en la parte central del citado retablo que, en la reforma del siglo XVIII, quedó enmarcando la cabeza de la imagen titular de la Virgen, como puede verse en la actualidad. Bajo el trasagrario de encuentra la prolongación de la cripta en la que eran enterrados los miembros del cabildo, a la que se accede desde la capilla del Rosario.





            La intervención, financiada por la parroquia, estaba encaminada a reparar las goteras allí existentes, ha permitido comprobar el pésimo estado en el que se encontraba todo el tejado, en el que el tablero de madera sobre el que se asientan las tejas había quedado casi destruido, por lo que se va a proceder a su sustitución.



            Al retirar el tejado se han podido comprobar las características de los vanos que, en un determinado momento se abrieron en el ábside, rasgando las yeserías mudéjares que lo decoraban. Las numerosas reformas a las que fue sometida la colegiata en el transcurso de los siglos, tienen su reflejo en estas modificaciones del sistema de iluminación que también se manifestó en los diferentes proyectos que se sucedieron hasta la ultimación de la reforma neoclásica final.



            Otro descubrimiento curioso ha sido comprobar que el remate del tejado es hueco, pues en realidad se trataba de una chimenea que permitía la salida del humo de las velas de iluminación permanente del Santísimo.



            Esta actuación, que estamos comentando, no va a resolver el problema estructural de esa parte del edificio en donde, desde hace tiempo, se pueden apreciar unas acusadas grietas en las que se colocaron testigos que han saltado.





            La causa que lo provoca es el desplazamiento al que está siendo sometida la calle Claustrones, al haber fallado el muro de contención que se alza sobre los huertos contiguos, en los que también aparecen grietas y en algunos sectores amenazan con caerse.





            Lo que, inicialmente, parecía circunscrito a las tapias ha terminado por afectar a la propia calle, en cuyas aceras se ven fisuras que van creciendo últimamente, alcanzando a la capilla de San José del claustro. De ahí, la necesidad de afrontar esta cuestión antes de que se produzca un derrumbamiento que parece inevitable, a corto plazo, si no se adoptan las medidas adecuadas.

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