domingo, 4 de septiembre de 2016

Los cuatro parques de Borja



            Si preguntáramos a la mayor parte de los ciudadanos de Borja sobre los parques existentes en nuestra ciudad, es probable que nos citaran el parque de San Francisco, el más antiguo de los que existen y que, por sus dimensiones y características, es el más importante de todos.





            El lugar en el que se ubica era conocido con el nombre de La Graciel y fue adquirido a D. Julián Guallart Torres por el M. I. Ayuntamiento de Borja el 11 de julio de 1936, siendo Alcalde D. Baltasar González, con el propósito de crear un parque.  

            Lógicamente, hubo que esperar al término de la Guerra Civil para materializar el proyecto, aunque se retomó muy pronto, ya que el diseño fue realizado en 1939 por D. Adolfo Gracia Ruiz, jardinero del ayuntamiento de Zaragoza. En la primavera de 1940 comenzó la plantación del mismo, labor que realizó el jardinero local D. Victoriano Huerta Tejadas que, durante 37 años se encargó de su mantenimiento.



            En 1942, siendo alcalde D. Pascual Sorrosal Fanlo se levantó en el centro del parque, entonces en proceso de construcción, un kiosco destinado a bar, cuya imagen original se aprecia en alguna fotografía de la época y que, tras diversas remodelaciones se mantiene con el aspecto actual, muy diferentes del proyecto inicial.

            El parque, al que en 1954 se le dio el nombre de San Francisco de Borja, fue una de las grandes obras realizadas durante aquella época y, desde el primer momento, se convirtió en motivo de legítimo orgullo para todos los borjanos, por la belleza del mismo y la calidad del trabajo realizado. De hecho, era un pequeño jardín botánico en el que, cuando el Centro de Estudios Borjanos publicó, en 1987, la Guía elaborada por María Antonia Sánchez Sanz y José Manuel Quintana, todavía conservaba cerca de 50 especies de árboles. Tras un proceso de abandono, fue remodelado en la pasada legislatura, por iniciativa de la Concejala responsable Dª Ana Tejero Almagro, recobrando buena parte de su antiguo esplendor y, en estos momentos, existe el proyecto de volver a plantar algunos de los tipos de árboles que desaparecieron, rotulando cada especie para que tengan un valor educativo.





            Formando una unidad con el parque, se encuentra el Paseo Valentín Ruiz Aznar, denominación aprobada, en 1985, siendo Alcalde D. Luis María Garriga Ortiz, con el propósito de honrar la memoria del ilustre músico y compositor borjano que fue Maestro de Capilla de la catedral de Granada, ciudad en la que falleció.
            Este paseo tiene su origen en el que, con el nombre de “Paseo de invierno” había sido creado en 1858 y reacondicionado en 1889, con ocasión de la inauguración de la estación del ferrocarril de Cortes a Borja. Entonces era conocido como “Paseo de la Carrera” y contaba con grandes árboles, como se puede ver en fotografías de la época que hemos reproducido en este blog.
            Durante la I República se le dio el nombre de “Paseo de la República Federal”, denominación efímera, al igual que la de “Paseo de Calvo Sotelo” que recibió tras la Guerra Civil, ya que en 1954, siendo Alcalde D. Jesús Pellicer Bernal, fue rebautizado con el nombre “Víctor Pradera”, algo que pasó desapercibido, pues nunca se instalaron las correspondientes placas.





            Al pedir información sobre otros parques, es probable que algunos nos citaran el “Parque de las Bodegas”, un espacio verde situado en el monte de la Corona, bajo las bodegas de Poniente pues, aunque carece de rótulo, dado que suele ser escenario de algunos actos, como ha ocurrido recientemente en las pasadas fiestas de San Bartolomé.





            Pero en Borja hay otros dos parques, perfectamente rotulados, que suelen pasar desapercibidos, salvo para las personas que viven en su entorno o transitan por esas zonas. Uno de ellos es el “Parque José Antonio Labordeta” que está situado en el espacio existente entre el Pabellón Polideportivo Municipal y la Residencia de Pensionistas. Recibió esa denominación siendo Alcalde, en su primera etapa, D. Eduardo Arilla Pablo, en homenaje al conocido cantautor y político aragonés. 





            Mucho más importante, por sus dimensiones e instalaciones con que cuenta, es el “Parque 3 de abril”, situado en uno de los extremos interiores de la Urbanización “Peñas de Herrera”. El nombre que le fue adjudicado, siendo Alcalde D. Eduardo Arilla Pablo, viene a recordar la fecha del 3 de abril de 1979 en la que se celebraron las primeras elecciones municipales, tras la aprobación de la Constitución. De esta forma se conmemoró el XXX aniversario de aquel acontecimiento.




            Este "desconocido" espacio cuenta con una zona de juegos infantiles e, incluso, con un pequeño campo de fútbol, así como amplios paseos y arbolado suficiente en proceso de crecimiento.



            En otro extremo de la misma urbanización existe también otra zona ajardinada de menores dimensiones que no tiene denominación, pero que, por sus características, podría tenerla.

            Son, por lo tanto, cuatro los parques existentes en el casco urbano de Borja que, por otra parte, dispone dentro de su término municipal de lugares tan relevantes como toda la zona de pinares del Santuario de Misericordia y la Muela Baja, junto con espacios tan relevantes como la Estanca o las orillas del Huecha.

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