miércoles, 5 de abril de 2017

Relojes municipales en Borja



         En marzo de 1913 se colocó el primer reloj público con esfera que existió en Borja. Instalado en el arco central de la galería superior de la Casa Consistorial, fue preciso derribar el campanil existente, con la campana que tocaba cada vez que reunía la corporación municipal y sustituirlo por otro menos airoso que seguía alojando a la citada campana y sobre él la del reloj. Comoquiera que en la segunda foto no aparece el reloj, es evidente que fue realizada antes de 1913 y por lo tanto, la decoración de la misma, en honor a D. Vicente Casanova y Marzol no puede corresponder a su visita a Borja, tras ser creado cardenal (lo que ocurrió en 1921), como habíamos señalado en ocasiones anteriores, sino tras su consagración como obispo de Almería en 1907 y ello obliga a corregir también la fecha de su nombramiento como “Hijo Prelidecto de la ciudad”, dado que en el arco colocado a la entrada de la Casa, ya se le otorga ese título.




         El reloj, del sistema Redondo-Cuenca, llevaba una placa en la parte posterior con el año de su fabricación y la mención a D. Manuel Lorente, que fue Alcalde de Borja entre el 1 de enero de 1912 y el 1 de enero de 1914.



         Tras la última restauración del edificio, realizada siendo Alcalde D. Luis María Garriga, se optó por construir esta otra espadaña en la que se dispusieron la campana del reloj y la capitular, aunque sin yugo y colgada de una argolla. Ni una ni otra cumplen cometido alguno, ya que la del reloj está inservible y las horas suenan mediante un sistema de megafonía y la histórica en su disposición actual no tiene sentido. Como, por otra parte, la espadaña presenta grietas llamativas, como ya indicamos en su momento, sería conveniente plantear la posibilidad de reconstruir la primitiva con una única campana, la propia de la Casa Consistorial.




         Pero antes de que existiera el reloj de la Casa Consistorial, el Ayuntamiento tenía otros dos relojes, aunque acústicos. Uno en la colegiata de Santa María y otro en la iglesia de San Bartolomé. Lo que pocos saben es que ambos eran de propiedad municipal y por eso figuraban en los correspondientes inventarios de bienes. El primero de ellos era el más antiguo.



Situado en la llamada “torre del reloj”, se servía de la llamada campana del Batallón para dar las horas y otra más pequeña y contigua para los cuartos. Desde hace unos años, y merced a la iniciativa de los entonces párrocos D. Jesús Garcés y D. Florencio Garcés, han vuelto a sonar aunque activadas por un sistema informático. Este reloj existía ya en el siglo XVI y están documentadas varias refundiciones de sus campanas.

El de San Bartolomé era posterior, aunque también propiedad del Ayuntamiento, por lo que respecta al mecanismo, dado que se servía de las campanas de la iglesia. El mal estado de las mismas a comienzos del siglo XX, lo dejó inservible, planteándose su recuperación en varias ocasiones. En este momento ignoramos el destino final de la maquinaria de ambos relojes.

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