martes, 5 de diciembre de 2017

Efemérides del 5 de diciembre



El 5 de diciembre de 1492 tuvo lugar en Barcelona el intento de asesinato de Fernando el Católico, protagonizado por Juan de Cañamares y en el que la intervención del borjano D. Pedro Lázaro Pérez Albero fue decisiva para salvar la vida del monarca, al arrebatar el arma con el que el agresor intentaba perpetrar el magnicidio. Ese hecho fue recordado en Borja este año, en el transcurso de la recreación histórica que con tanto éxito tuvo lugar.



El 5 de diciembre de 1650 Borja se sumó al fervor de otras muchas ciudades, declarando fiesta votada de la ciudad la de la Inmaculada Concepción, tomando el acuerdo de celebrarla todos los años el 8 de diciembre en la colegiata de Santa María, de donde pasó posteriormente al convento de la Concepción. 




El 5 de diciembre de 1779 nació en Magallón D. Miguel Nicolás Labiaga Vallejo. Era hijo de D. Francisco Labiaga y de Dª. Rita Vallejo, naturales ambos de esa villa y pertenecientes al estamento de infanzones. El 27 de marzo de 1797, sentó plaza como cadete en la Compañía Española de las Reales Guardias de Corps, un cuerpo cuyos miembros eran reclutados entre jóvenes de origen noble y que prestaba escolta y protección a la persona del monarca. Destinado en esa unidad fue sorprendido por los trágicos acontecimientos de mayo de 1808, decidiendo huir con otros militares de la capital para incorporarse a quienes combatían contra los franceses, por lo que el 8 de marzo de 1817 fue recompensado con la Cruz de Distinción creada para premiar a los que habían tomado parte en la llamada “fuga de Madrid”. Se unió al Ejército de Aragón, tras el levantamiento del primer sitio de Zaragoza, siendo nombrado Ayudante de Campo del marqués de Lazán. Poco después tomó parte en las acciones emprendidas en apoyo del Ejército de Cataluña, estando presente en el ataque a Barcelona el 22 de noviembre de 1808. Tras la ruptura del cerco, por parte de los franceses, las tropas aragonesas se dirigieron hacia Gerona para intentar capturar el material emplazado frente a Rosas. Labiaga participó en los combates de Armentera y Castellón de Ampurias, siendo recompensado con otra Cruz de Distinción, en 1809 pasó a integrarse en el Ejército de la Derecha que operó en Sigüenza. En 1810 estuvo en Lérida como Ayudante de Campo del comandante de esa plaza, siendo hecho prisionero por los franceses, tras la capitulación de la ciudad. Fue enviado al depósito de Macon, en el departamento de Saône et Loire, donde permaneció cautivo durante cuatro años. El 11 de mayo de 1814 fue repatriado y tras someterse al correspondiente expediente de depuración le fue expedido el despacho de capitán y la Cruz de la Orden de San Hermenegildo que acababa de crearse. Destinado en el Regimiento de Cazadores de Costa de Granada, permaneció allí hasta 1819, año en el que su unidad fue trasladada a Murcia.



Pasó a la situación de retiro el 21 de agosto de 1821. Eran momentos muy difíciles, en los que a los problemas derivados de la posguerra vinieron a sumarse los enfrentamientos entre liberales y realistas. De hecho el regimiento al que pertenecía Labiaga se escindió en dos facciones. Por ello fue víctima de esa situación, ya que debió someterse a varios expedientes de depuración cuando ya residía en Magallón, al igual que todos los que habían solicitado el retiro durante el Trienio Constitucional. Pudo conseguir algún destino poco relevante, como el de vocal de la Comisión Militar de Zaragoza, entre 1824 y 1826, o el de comandante de un depósito de oficiales portugueses que, como consecuencia de los enfrentamientos dinásticos que hubo en el país vecino, se refugiaron en España, siendo confinados en Magallón, donde permanecieron más de un año, dato interesante para la historia de esa localidad que es prácticamente desconocido.  Llegó a pedir la vuelta al servicio activo en una ocasión, pero salvo esas esporádicas ocasiones, siguió retirado en su localidad natal, desengañado y viviendo con estrecheces por la menguada pensión militar. Permaneció soltero toda su vida y con frecuentes problemas de salud, a pesar de los cuales llegó a alcanzar una edad muy avanzada, pues falleció el 4 de marzo de 1867, siendo enterrado en la iglesia parroquial de San Lorenzo, donde se conserva toda su documentación personal.

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